Aroma pendenciero a esperanza, desata luces
brindame pérfidos deseos, augurios perpetuos
permanece, crea y oscurece
comentame un segundo muere y desvanece.
Silencio cobarde, valiente por ser mudo
vuela,defiende y otorga brillante estupidez
de no ser más que un secreto crudo
temiendo ser soneto agudo o música tal vez.
Un destape de razones, lujuria, triste diosa
amante de mis débiles huesos y medrosas dudas
Taciturnas ideas caotizadas en su orden, crecen,
mueren y duermen, pusilánimes,crudas.
Escapa de paredes lóbregas, así son.
Alegrías sosegadas en mente ingenua,
se deshacen quebrando sin razón.
Y pintando tedioso tañido en aire,
miel de mis propios ecos
fallece,expira y dice adiós.
Carlos.